lo de siempre... Harry Potter y sus personajes son propiedad de JK Rowling, esto es solo para divertirme.
Invitacion
-Como puede ver las pinzas en la cintura resaltan más la forma de la espalda- dijo, ajustando la chaqueta al cliente con un ligero tirón
-No se- el joven ejecutivo se miró en el espejo con el ceño funcido -tiene un aire retro que me gusta pero ...-
-Al marcar sus formas de esta manera se le ve más masculino - comento Harry mirando al espejo con su sonrisa profesional
-¿Usted cree?- preguntó el cliente
Harry asintió cruzando los dedos mentalmente, estaba a punto de caramelo.
El joven se giró de medio lado para ver como le quedaba por detrás
-Como puede ver no le marca en exceso - siguió diciendo Harry
El cliente asintió por fin.
-Bien, me la llevo, y quisiera también un par de camisas - dijo mientras dejaba que Harry le quitase la chaqueta -una gris y otra blanca -
Harry asentía mientras colgando con cuidado la prenda en una percha, era su décima venta del día.
Cuando dejó el mundo mágico en un arrebato depresivo, el último sitio en donde pensó terminar era en la sección de caballeros de una galería comercial, pero había que comer.
Su primer paso fue un contrato eventual de mozo de almacén, y de ahí poco a poco fue cambiando de sección, casi sin darse cuenta. Su caracter y su aspecto lo colocaron allí, en la sección de caballeros.
-Que tenga un buen día y vuelva pronto- dijo al terminar con su cliente , faltaba también poco para el final de la jornada, un largo fin de semana sin nada que hacer.
Eso pensaba el moreno mientrás recogía la ropa y la volvia colocar en su sitio, cuando unos toquecitos en su hombro lo hicieron girar para encontrarse con el rostro pecoso de un pelirrojo.
- ¿Que haces esta noche? -
-¿Nada?- respondió
Ron bufó mirando a su amigo con el ceño fruncido.
- !Venga Harry!- dijo sacudiéndolo del hombro -pareces un abuelo jubilado , trabajo-casa, casa-trabajo ¿donde está tu vida social ?-
Harry se encojió de hombros.
-No - cortó el pelirrojo antes de que su amigo hablase - esta noche sales- dijo totalmente seguro y firme -me han invitado a una boda y tu te vienes conmigo-
- Ron..- Harry le miró con ojitos de cachorrito, pero su amigo negó con la cabeza
-No, Harry -dijo cruzándose de brazos - pasaré a las diez y media por tu casa amigo. Y si no estás listo te vestiré yo mismo-
Harry no tuvo más remedio que rendirse y aceptar.
-Vale. A las diez y media -
-Así se habla - dijo Ron dándole una palmada amistosa en la espalda antes de despedirse -acuerdate- insistió mientras se iba.
Harry sacudió la cabeza, vaya si se acordaría.
Había sido un extraño destino el que los cruzó por una calle comercial de Londres, sorprendiendo a Harry por la decisión de su amigo.
Ron estaba harto de ser el pequeño de la familia que no destacaba en nada, y había salido al mundo muggle a buscarse la vida.
Con el tiempo y un poco de ayuda por parte de Harry, Ron terminó trabajando en la sección de bricolage, un sitio que de seguro a Arthur Weasley le encantaría visitar, si supiera algo sobre su hijo, pero ese era un tema del que ni Harry ni Ron querían hablar.
Y ahora le invitaba a una boda.
Mientrás esperaba a su parada de metro, Harry repasó mentalmente a quien conocía él que se quisiese casar y no encontraba ningún candidato o candidata, solo esperaba que no fuese alguna amistad del mundo mágico. Pero no, eso no sería propio de Ron. Invitarle sin avisarlo .
Tres cuartos de hora más tarde Harry llegó a su casa, dejándose caer como un saco en su sillón favorito.
Pensó con disgusto en la cita que había tenido que aceptar y lo cierto era que no tenía ganas.
El solo quería quitarse la ropa, ponerse cómodo y tumbarse en el sofá para hacer el perro el resto del fin de semana.
Pero también sabía que Ron siempre cumple su palabra.
Así que con un gruñido de disgusto se levantó y encaminó sus pasos hacia la ducha. Al menos poder tener buen aspecto a pesar de sus ocho horas de jornada laboral en turno partido.
Primero un buen baño relajante y perfumado y luego el afeitado, su pelo ya no resultaba ser un problema gracias a la sencilla solución de llevarlo muy corto. Para cuando Ron tocó el timbre Harry ya estaba ultimando detalles como si llevar o no corbata.
-¿Cual me pongo?- preguntó al pelirrojo nada más entrar este.
-Ninguna- fue su respuesta.
Harry frunció el ceño siguiendo los pasos de su amigo hasta la cocina.
-¿!Como que ninguna!?- exclamó todavía con las corbatas en la mano y agitándolas en el aire -¿no vamos a una boda?-
-Si, Harry. Vamos a una boda - respondió Ron en tono condescendiente - pero....Mike quiere algo informal y Bob también.
Harry se quedó en silencio un momento pensando en lo que había oido
-¿Mike y Bob?-
A lo que Ron respondió asintiendo con la cabeza
-¿Una boda Gay?- Ron volvio a asentir
-¿Desde cuando tienes amigos Gay?-
-!Harry!-
El aludido le miró con expresión inocente
-Tu eres Gay- replicó Ron
-Ya. Por eso me molesta- respondió Harry - Por que no me has presentado a ninguno de tus amigos.
Ron negó con la cabeza junto a un gesto de impotencia, cuando el moreno se ponía así daba ganas de estrangularlo.
-¿Quieres dejarte de tonterías?- exclamó - se nos hace tarde, déjate ya de corbatas, estás bien, luces estupendo y vas a ligar un monton- dijo Ron sacando de un tirón el manojo de corbatas de las manos del moreno - así que !Ala, vamos!- tomando a su amigo de los hombros lo volteó, sacándolo a empujones de la cocina y de la casa. A duras penas pudo el pobre Harry conjurar sus llaves antes de cerrar la puerta.
Afuera esperaba aparcado el monovolumen de Ron.
-Oye Harry ¿cuando te sacarás el carnet de conducir de una vez?- le preguntó el pelirrojo una vez en el vehículo
-No gracias - le respondió -por ahora no tengo ningún interes-
-Ya, claro, me tienes a mi de chofer- rezongó el pelirrojo.
Harry se abrochó el cinturón y con una sonrisa de afecto encendió la radio, agradeciendo al destino que los había reencontrado.
